dokdo

Archivo y recursos

Dokdo, bella isla de Corea

Percepción del pueblo coreano sobre la usurpación de Japón

home > Archivo y recursos > Dokdo, la primera víctima de la usurpación japonesa en la península coreana > Percepción del pueblo coreano sobre la usurpación de Japón


print facebook twitter Pin it Post to Tumblr

Periódico Hwangseong Shinmun

"Siilya Bangseong Daegok (Un día de amargo lamento)," Hwangseong Shinmun
(20 de noviembre de 1905)

〔Traducción〕

Editorial
“Siilya Bangseong Daegok (Un día de amargo lamento)”
Cuando anteriormente el marqués Ito* visitó el Imperio de Corea, nuestro ingenuo pueblo decía al unísono que él se había consagrado por sí mismo en la tarea de velar por la coexistencia y la paz de las tres naciones del Este Asiático (los imperios de Corea, China y Japón), y creyendo que su visita de dicha ocasión tenía el fin de recomendar la manera de consolidar la independencia del Imperio coreano, todos, tanto funcionarios como personas comunes y corrientes, desde la clase alta hasta la más baja, le extendieron una cálida bienvenida desde el puerto hasta la capital. ¡Oh, cuán difícil es predecir las cosas que ocurren bajo este cielo!
Más allá de cualquier expectativa, ¿de dónde provienen las cinco condiciones (del Tratado de Protectorado Eulsa)? Estas condiciones no solo van en perjuicio del Imperio de Corea, sino que también causarán un cisma entre las tres naciones del Este Asiático. ¿Cuáles habrán sido originalmente las pretensiones del marqués Ito? Sea como fuere, como la voluntad divina de nuestro Emperador era firme y se mantuvo inapelable en su rechazo a la propuesta, Ito se habría dado cuenta por sí mismo de que el Tratado no podría ser ratificado. Por desgracia, esos que se hacen llamar ministros de nuestro gobierno, seres viles peores que los cerdos o perros, que buscan la gloria y el beneficio propio, son tan cobardes que temblando de miedo ante vanas amenazas no han hecho mejor cosa que traicionar de buena gana a su patria y entregarla en ofrenda al enemigo; a esta tierra y estos ríos que nos han pertenecido durante 4.000 años, a esta dinastía que se ha mantenido durante 500 años, y de esta manera han convertido en esclavos a las veinte millones de almas que viven en este territorio. El ministro de Asuntos Exteriores Park Je-sun y los demás ministros, que son peores que los cerdos y perros, ni siquiera son dignos de nuestra censura. Pero ¿qué ha sido del que se hace llamar vice primer ministro, el jefe del gabinete? ¿Acaso pretendía evadir la responsabilidad y salvar su honra absteniéndose de colocar su rúbrica en lugar de expresar su rotunda oposición?Siendo incapaz de seguir el ejemplo de Kim Cheong-eum**, quien hizo trizas los documentos de capitulación como muestra de su profundo lamento, ni tampoco pudiendo suicidarse destripándose con una daga al igual que hizo Jeong Dong-gye***, es tan descarado que continúa viviendo en este mundo y vuelve a ser parte de él. ¿Con qué osadía podrá entonces volver a ver a Su Majestad el Emperador, quien se mantiene inflexible en su postura, y cómo podrá enfrentar a nuestros veinte millones de compatriotas? ¡Oh, el corazón se me desgarra del dolor! ¡Oh, me embarga la amargura! Responded, mis veinte millones de compatriotas denigrados a la esclavitud, ¿debemos vivir o morir? ¿Será posible que el espíritu de esta nación, que ha perdurado durante 4.000 años desde los días de Dangun y Gija****, perezca de repente y sea subyugado de la noche a la mañana? Me sobreviene el dolor, una y otra vez. Oh, compatriotas míos, compatriotas…

* Hirobumi Ito: ocupó el cargo de primer ministro de Japón en varias ocasiones y fue el primer Residente General del Imperio de Corea.
** Kim Sang-heon (1570~1652), cuyo seudónimo era Cheong-eum, expresó su oposición a la rendición de Joseon (Corea) ante la segunda invasión manchú en 1636 haciendo trizas los documentos de capitulación y lamentando amargamente la situación.
*** Jeong On (1569~1641) intentó quitarse la vida rasgándose el vientre con una daga, expresando con ello su oposición a la capitulación de Joseon ante la segunda invasión Manchú . Dong-gye era su seudónimo.
**** Ancestros mitológicos de Corea

〔Texto original〕

Original Text