Dokdo, la primera víctima de la usurpación japonesa en la península coreana
“Informe de Seguimiento sobre el Tratado Corea-Japón”, Daehan Maeil Shinbo (23 de diciembre de 1905)
PeriódicoDaehan Maeil Shinbo
“Informe de Seguimiento sobre el Tratado Corea-Japón”, Daehan Maeil Shinbo (23 de diciembre de 1905)
[Translation]
Editorial
“Informe de Seguimiento sobre el Tratado Corea-Japón (el Tratado de Protectorado Eulsa)”
Según publicó el Tokio Shinpo*, la embajada japonesa en Seúl notificó las circunstancias de la firma del nuevo tratado (Tratado de Protectorado Eulsa) el otro día. Habiendo efectuado muy rápidamente mis averiguaciones como periodista (consecuentemente conozco las circunstancias reales), refuto y pongo a discusión este boletín oficial, sintiéndome incapaz de reprimir el dolor que me embarga. Aunque no quede nada más por hacer, la refutación es más que crucial y no queda otro camino que puntualizar claramente la información dudosa de dicho boletín oficial japonés. En este último se notifica lo siguiente: En presencia de todos los ministros, el titular del ministerio de Asuntos Exteriores Park Je-sun estampó su sello en el tratado. Sin embargo, en base a lo confirmado por este rotativo, en el momento de la puesta del sello, el primer ministro interino Han Gyu-seol había sido detenido por los japoneses y en efecto se encontraba ausente.
El mismo boletín oficial también detalló que, finalizado el debate sobre las disposiciones del tratado, que aún se encontraba sin sellar, el ministro de Asuntos Exteriores ordenó a que le trajeran el sello. Sin embargo, el oficial que estaba a cargo del sello no se encontraba en su puesto, por lo que demoró dos horas la llegada del sello. Habiendo este periodista averiguado a fondo la situación declaro que no he oído nada diferente respecto al informe anteriormente realizado por este diario. La verdad es como sigue: el día 17 del mes pasado, aunque ninguno de los ministros había asistido a sus respectivos puestos de trabajo, Numano** olvidó volver de la oficina del Ministerio de Asuntos Exteriores durante todo el día, a pesar de que no tenía ningún asunto en particular allí. Esto era para apoderarse del sello.
Park Je-sun se vio obligado (por los japoneses) a hacer una llamada para pedir el sello. Entonces, el oficial de guardia lo rechazó de plano. Es que en realidad, Park Je-sun le había ordenado a primeras horas de la mañana del mismo día que no entregara a nadie el sello si alguien le preguntaba por este y que lo destruyera inmediatamente; y el funcionario entendió que la llamada había sido hecha bajo coacción. Sin embargo, cuando Shiokawa*** llegó con la policía militar japonesa a la oficina del Ministerio de Asuntos Exteriores, Numano señaló el lugar donde se guardaba el sello y de inmediato se lo llevó al palacio. El funcionario a cargo del sello no pudo abandonar su puesto antes de tiempo. De hecho, existen otros puntos turbios en el mencionado boletín oficial los cuales tengo intención de refutar mañana.
* Periódico patrocinado por el gobierno japonés
** Yasutaro Numano, diplomático -por entonces- en periodo de prueba
*** Ichitaro Shiokawa, traductor japonés